Parafernalia de epístolas múltiples a destinatarios invisibles.

jueves, 19 de enero de 2012

Revólver


Cuántas voces desagradables corren sueltas, libres, veloces, por las autopistas del mundo. Cuántos oídos ignorantes viven ajenos a su cruel existencia, a su presencia. A su ruido. Todo depende de lo que queramos escuchar. Hoy se me ha olvidado oír; en mis oídos maleducados la vida hoy no suena tan difícil si sé que quiero callar y atrapar en ellos, si pongo barreras sin pensar, si no siento al escribir. Vuelvo a empuñarte hoy, a aburrirme sin arriesgar fruta en el campo de batalla; fruta que nace inerte donde muere la violencia, donde bailan los cadáveres y los labios de color rojo. Allá donde el color rojo muere.
Revólver, vuelvo a acariciarte, a hacerte gemir entre mis manos, con mi boca. Revólver. Cuántos labios tristes, ceñidos y fruncidos, repugnados y repelidos. Cuántas bocas que no funcionan; estropeadas, muertas, que quieren morir y matar. Labios con sed de destruir, que no quieren vivir. Y yo, desnuda en mitad del asfalto, sin disfraces, sin fingir, despojada de lo inservible. No se puede comprar. No hay dinero que todo lo pueda. No era mi intención empuñarte hoy, pero se convirtió en deseo y, con el deseo, llegó el veneno. Con el veneno las personas tienen la boca triste, los oídos dormidos, los labios muertos. La voz carcomida y profanada, los ojos llenos de agujeros. Todo se allana, sin curvas. No hay paredes y no hay montañas, no hay muros ni rascacielos. Sin aire no hay vida. Los ritmos frenéticos imposibles de no disparar hacen olvidar a las personas que se debe respirar. Los hombros, altos y tensos, desean caer muertos y descansar. Las voces, sin ritmo. Asesinas de palabras, colman las calles y los rincones; abniegan de sí mismas, reniegan de su propia textura, que te toca e intenta arrancarte el aire desde dentro.
Ven a salvarme en este pozo de voces vacías, ven a amarme esta noche por si después no hay mañana, por si mañana mis piernas no aceptan intrusos por miedo a las voces extrañas. Ven y ámame hoy por si no quisiera ver la luz de mañana, por si negase oír todas esas voces y metiese la tuya en el mismo saco. Por si aún no lo sé y descubres que tu voz tiene efecto sobre mí. Por si tu voz verde me da el aire que hoy necesito, el aire que se me acaba y me ahoga por seguir dándome de comer oxígeno. Hoy quizá tampoco tú seas real.  

Texto: NOVIEMBRE 2011

4 comentarios:

  1. Mientras tus piernas esperan a futuros intrusos/as, abrígate, que hace frío :)

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    1. Mucho frío, indeed... Cualquier espera ha de ser siempre bajo una buena manta. En verano se recomienda sustituir por otras cosas :)

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  2. Inocente de mí que creía que era un revólver de verdad... y no eso otro ;)

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    1. Hay tantos tipos de revólveres en esta vida que los despistes son normales, dear.

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